Alimentación intuitiva: sus 10 principios.

¿Escuchaste hablar de la alimentación intuitiva alguna vez?

El concepto de “alimentación intuitiva” fue creado en el año 1995 por las dietistas registradas Evelyn Tribole y Elyse Resch. El mismo, hace referencia a un marco de alimentación para el cuidado personal, que integra el instinto, la emoción y el pensamiento racional.

En palabras de las propias autoras, “cuanto más recurras a fuentes externas para ‘juzgar’ si tu alimentación está bajo control o no, más te alejas de la alimentación intuitiva. La alimentación intuitiva se basa en tus propias señales internas.”

Evelyn y Elyse han escrito muchos libros al respecto (si te interesa la temática, te recomiendo empezar leyendo éste) y han desarrollado numerosas investigaciones que comprueban la eficacia de su método.

Dicho esto y como para que puedas empezar a familiarizarte con ella, te comparto sus 10 principios:

  1. Rechazar la mentalidad de dieta

  2. Honrar tu hambre

  3. Hacer las paces con la comida

  4. No dejarte llevar por la policía alimentaria

  5. Respetar tus niveles de saciedad

  6. Encontrar el placer en comer

  7. Aprender a gestionar tus emociones sin comida

  8. Respetar tu cuerpo

  9. Hacer ejercicio con una mentalidad diferente y disfrutarlo

  10. Respetar tu salud

¿Cómo los escuchas?

¿Alguno de estos 10 principios llama más tu atención?

¿Cómo crees que cambiaría tu vida si te guiases por estos principios y soltases los “tengo que bajar de peso”, “tengo que comer cada x cantidad de horas”, “tengo que entrenar al menos 3 veces por semana”, etc etc…..?

¿Te gustaría aprender a comer de manera intuitiva, ¡contas conmigo!

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Conocé a la autora de esta nota:

Magdalena Errecaborde

  • Licenciada en Nutrición
  • Coach ontológico profesional
  • https://magerrecaborde.com/
  • Seguila en instagram
  • Su propósito es ayudar a las personas a tener una relación sana con la comida y con su cuerpo, para que puedan sentirse libres, livianas y seguras.
  • Su misión es guiar el autoconocimiento y el autocuidado de las personas, para que puedan identificar qué quieren conseguir, para qué quieren hacerlo y cómo pueden hacerlo, maximizando así su salud física, mental, emocional, social y espiritual.